viernes, 14 de septiembre de 2012

Intentó agarrarse como pudo, se iba a caer. Finalmente se dejó caer, sin importarle la distancia que la separaba del suelo, ya no le importaba nada. Poco después llegó al suelo... Ese día empezó el otoño.

2 comentarios:

  1. Oye, cómo me ha gustado esta entrada, Nacho. Muy, muy buena.

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  2. Has pillado la idea. Lo comentaremos en otro foro. Hasta mariana.

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