sábado, 8 de noviembre de 2014

El sonido del recuerdo

Dícese y oyese que, hoy en día, la gente joven puede pasar largas horas escuchando música. Hay muchas teorías u opiniones al respecto. Hay quien piensa que esto se debe a que esta juventud hemos nacido en un mundo acostumbrado al ruido allí donde se vaya, y escuchar el silencio incomoda o provoca náuseas. Otros dicen que necesitamos la musica porque somos incapaces de pensar por nosotros mismos, y poder escuchar a Pitbull decir: "que no pare la fiesta" nos sirve de gran ayuda para tomar importantes decisiones.
Pero el sentido o la finalidad de la música va más allá. Para algunas personas mayores, esta teoría sacada de mi bolsillo puede ser difícil e incluso imposible de entender. Las opiniones que he expuesto al principio de la entrada, son, en muchas ocasiones, ciertas. Pero no solo le ocurre a la gente joven, pues mucha gente adulta, mientras realiza acciones cotidianas, instintivamente  tararea o canturrea el ritmo de una canción (hay quien incluso acompaña su íntimo concierto dando golpecitos  con los dedos en una mesa).
Seguro que te ha ocurrido, querido lector, que estando en un supermercado o con la radio del coche encendida o caminando por la calle, oyes una canción que te llama la atención. Seguramente al resto de seres humanos que tengas a tu alrededor les será indiferente, pero a ti te emociona. Al oír esa canción te recuerda a un momento de tu vida o a un hecho concreto que, no se sabe bien por qué, tu cerebro quiso archivar y quedó olvidado en algún lugar de tu cabeza. Puede hacerte sonreír o hacerte llorar. 
En mi opinión, estos momentos (a los que me gusta llamarles brain's voice) son una prueba de que toda nuestra vida va acompañada de una melodía. No siempre es la misma, pues depende de nuestra situación o nuestro estado de ánimo, pero siempre nos resulta muy agradable. Hay quien utiliza la musica como un simple medio placentero, pero en realidad, la música es la voz de nuestro cerebro, su forma de expresarse y de hacernos ver las cosas.