sábado, 31 de agosto de 2013

¡Cuidado con Murphy!

Hace no más de un siglo, un ingeniero aeroespacial americano empezó a adquirir cierta fama por una teoría que está bastante presente entre la sociedad actual. Este hombre se llamaba Edward A. Murphy Jr, y enunció la conocida ley de Murphy. Esta ley se basa en el adagio siguiente:

Si algo puede salir mal, saldrá mal.

Una de sus aplicaciones más conocidas, usadas, experimentadas, vividas, sufridas y reconocidas es la que dice que la tostada siempre cae por el lado de la mantequilla. Hay quien dice que este fenómeno es lógico debido al peso de la mantequilla, pero no es cierto.
Tal vez dicho de esta manera puedo parecer una persona pesimista y obsesionada, pero os invito que durante un cierto período de tiempo, sin dejar de realizar vuestras actividades cotidianas, procuréis estar más atentos a los sucesos de vuestra vida. Poco a poco os iréis dando cuenta de que el espíritu de Murphy sigue deambulando por las calles, los rincones, los locales y los lugares que frecuentas de tu pueblo, ciudad, región o país. E incluso me atrevería a decir que si por algún motivo determinado tienes que ir al extranjero, Murphy irá contigo.
Normalmente suelo llevar una libreta pequeña en el bolsillo para ir anotando ideas y pensamientos interesantes que vengan a mi cabeza. Poco a poco he ido recopilando  aplicaciones de esta ley, y considero que puede ser interesante escribirlos en esta entrada para que tú, querido y apreciado lector, los puedas reflexionar: 
  • De vez en cuando encuentras algo que hacía tiempo que no veías y lo guardas, pero cuando lo buscas para darle uso ya no lo encuentras.
  • Tienes el ascensor en tu planta, y estás aguantándolo mientras esperas que tu acompañante llegue. De repente, por el motivo que sea, se te ocurre dejar de apretar el botón. En ese preciso momento el vecino de abajo saldrá de su casa y cogerá el ascensor.
  • Estás haciendo cola para pagar en el supermercado, tu fila no avanza. Te fijas en que en la caja de la derecha hay menos gente y la cola avanza más rápido. Decides cambiarte, y de repente ves que la velocidad de tu fila se ralentiza y  en la que estabas al principio comienza a ir mucho más rápido.
  • Estás viendo la televisión y están en publicidad. Cuando ya llevas un rato sin que empiece tu película, serie o programa te empiezas a cansar y cambias. En ese preciso momento terminan los anuncios y empieza lo que estabas viendo.
  • Tal vez el más actual sea este. Estás hablando con un amigo por WhatsApp. Tú le dices algo y el escribe la respuesta. En la parte superior de la pantalla de tu móvil aparece escribiendo... Tú decides esperar hasta que termine, pero es demasiado lento y decides dejar el móvil. En el momento en el que dejas el aparato, tu amigo termina de escribir y te envía la respuesta.
Estas son algunas de las aplicaciones más comunes en mi vida. Tal vez a ti no te ocurra nada de esto, pero en mi opinión, el espíritu del amigo Murphy debe disfrutar mucho viendo sufrir a la gente su teoría.

2 comentarios:

  1. Nacho, como siempre tu mirada especial y tu escritura apuntan aspectos de la vida cotidiana que nos pasan inadvertidos y que los haces emerger con curiosa agudeza.

    Hoy hablas de acontecimientos próximos que todos hemos experimentado alguna vez para tratar de convencernos de que el espíritu de Murphy sigue entre nosotros. No lo tengo tan claro!!

    El ejemplo de la cola del súper, del amigo que escribe por WhatsApp, el ascensor, las retenciones en la autopista.. y otros muchos ejemplos de nuestra vida yo creo que no se deben tanto a esa maléfica ley de la que hablas sino a la cultura de la inmediatez, de respuesta rápida a la que nos estamos acostumbrando.

    Yo abogo de pasar.... del todo ha de ser YA !! al SABER ESPERAR.

    En estos ejemplos ,de haber esperado no habríamos dado la oportunidad a Murfhy de confirmar su ley !!! ¿No crees?

    MªJosé

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  2. Muy interesante el anterior comentario.
    Me adhiero.
    Un abrazo.

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